El paseo con correa: materiales y método (II)

Pasear a nuestro perro es una tarea fundamental para poder conseguir una calidad de vida que nos permita disfrutar de su compañía de manera óptima y que el paseo sea agradable. Una buena educación con pautas claras vuelve a convertirse en una tarea imprescindible para conseguir nuestro objetivo con éxito.

Pautas que vamos a desarrollar en este post se contemplan desde el punto de vista de cómo enseñar a un cachorro a pasear, pero pueden servir para un perro adulto al que queremos reeducar:
PRIMERO. El cachorro no está familiarizado con el material, por lo que es aconsejable que el aprendizaje se inicie desde casa y dando un tiempo al cachorro para que se habitúe al collar/arnés y a la correa. De este modo, le colocaremos al principio el collar/arnés en casa en espacios de tiempo suficientes para que el cachorro acabe aceptándolo como algo normal, incluso con la correa puesta (aunque la arrastre o juegue con ella). Otro método para conseguir esa familiarización con el material es simular paseos en casa para que vaya cogiendo la dinámica de aprendizaje.
SEGUNDO. El cachorro no debe estar muy excitado sino relajado, puesto que es de esta manera cuando prestará la atención que requiere el aprendizaje. Por ello es buena opción jugar con él antes de iniciar el paseo con correa para relajarlo y cansarlo un poco. Una vez conseguido, saldremos a la calle cargados de golosinas/premios y con el material colocado en el perro. Siempre debe salir primero el dueño y luego el cachorro para que éste entienda quien dirige; iniciamos así el aprendizaje positivo recompensando al cachorro con golosina y centrándonos en el refuerzo positivo. Lo haremos tantas veces sea necesario hasta que el perro haga la asociación correspondiente.
TERCERO. Iniciamos el paseo. El perro no debe adelantarte nunca, si es así, debes detenerlo con la correa utilizando siempre una única palabra firme y contundente, detenerse y volver a iniciar la marcha. Debemos de darle una golosina cada vez que se detenga a la vez que lo hacemos nosotros. Si el perro tiene miedo y no quiere andar, no hay que forzarlo, hay que motivarlo con palabras amables y golosinas, aflojarle la correa y mantener la calma, de lo contrario conseguiremos lo contrario a lo que queremos. Un buen truco para que el perro se siente sobre la marcha cuando nos detengamos nosotros es colocarse delante del perro con una golosina en la mano hasta que se siente, si lo consigue darle un premio repitiendo el proceso varias veces seguidas.
CUARTO. Si el perro es cachorro es normal que se canse enseguida, por lo que para el aprendizaje no se recomiendan paseos muy largos en el tiempo; paseos de 10-15 minutos son los adecuados, varias veces al día, e ir aumentando el tiempo conforme vaya creciendo y aprendiendo.
